Los recortes y la pésima gestión están provocando que los agricultores y ganaderos andaluces y los empresarios del mundo rural se queden sin el apoyo que brinda el denominado segundo pilar de la PAC. Estas ayudas, financiadas en un 77% con fondos europeos, no terminan de llegar a los más de 85.000 agricultores y ganaderos que han solicitado ayudas y que, en muchos casos, ya han desarrollado las actuaciones comprometidas, adelantando el abono del coste de las medidas.
El Plan del Desarrollo Rural de Andalucía para el periodo 2007-2013 presentado en Bruselas y anunciado “a bombo y platillo” por la Junta de Andalucía recogía el compromiso de la Consejería de Agricultura de aportar una cofinanciación adicional de 1.199 millones de euros que, tras sucesivos recortes, se ha quedado en tan solo 187 millones, un 85% menos. Tras los recortes, el Plan de Desarrollo Rural de Andalucía quedó con una financiación pública de 2.939 millones de euros para el periodo 2007-2013, aportados en un 77% por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), un 8,4% por el Ministerio de Agricultura y un 14,6% por la Junta de Andalucía.
Sin embargo, siendo grave el recorte brutal que experimentan estas ayudas y que deja a líneas como la incorporación de jóvenes con un presupuesto muy escaso, es aún mucho más grave el retraso en la gestión de los expedientes y en el pago de las ayudas comprometidas, que lleva a que miles de agricultores estén aún pendientes de recibir el pago de alguna o de varias de las anualidades de las ayudas estructurales y agroambientales desde el 2008, cuando se inició el nuevo marco de programación.
La Consejería de Agricultura mantiene sin ejecutar 503 millones de euros que afectan directamente a más de 85.000 explotaciones, lo que está provocando la paralización del sector agrario ante la falta de liquidez de los agricultores andaluces.
Es especialmente bajo el nivel de ejecución del Eje 1 de Competitividad (sólo un 28,1% ejecutado) que incluye medidas tan importantes como la instalación de jóvenes agricultores o la modernización de explotaciones. El retraso en esta línea conlleva que 38,51 millones de euros estén pendientes de la aprobación de los expedientes presentados por jóvenes agricultores, mientras que en modernización de explotaciones el retraso en la gestión de los fondos por importe de 22,4 millones de euros afecta a inversiones por valor de unos 48 millones de euros, cuya financiación está siendo soportada exclusivamente por los agricultores.